Acabo de publicar una entrada en este
blog y en mi cuenta de
facebook y sinceramente no sé si estuvo bien. Aquí no me preocupan aquellos que leen mi poesía; en
facebook si. En este lugar son limitados los comentarios que puedo obtener, pero en esa red social tan inmensa como lo es ésa, no sé lo que pueda recibir. Y para firmar esta pequeña preocupacíon hace falta estar despreocupado para invitar a más de 20 amigos a ver éso. Lo bueno que son amigos.
Estoy ansioso de saber que pondrán, si es que colocan algo.
La historia de este poema es corta: un día muy oscuro. Fue un 2 de abril de aquellos días negros como mi sombra, e inclusive, aquel yo oculto, era mas traslúcido. Un día antes de uno de los días que menos me agradan; felicitaciones bobas de personas que ni conosco. Mi natalicio.
Ésa noche la recorde de nuevo; cabellos ondulados, pequeñas piernas, ojos claros de sabor dulce.
Ésa tarde una mujer muy especial fue la única que me dio un abrazo previo al día. La mujer que encierra todo un día en sus cabellos... ahora, sólo guarda el color del mar.
¡Que lluvia de emociones aquel día!
(continua)